Reflexiones sobre nuestro quehacer docente

EL VALOR DE LA CIVILIDAD

"Para ser hombre no basta con nacer, sino que hay también que aprender".
Fernando Savater.

...La civilidad entonces…va más allá de la cortesía y la amabilidad momentánea, es una forma de vida que conlleva a la trascendencia de la educación en el ser humano.


Hablar de la civilidad como valor, es hablar de aquellas actitudes que dignifican al individuo como persona y como integrante dinámico de una sociedad en la que su participación motiva al desarrollo, transmite avances y recupera logros de la misma.
La civilidad no es otra cosa más que actuar en pro de uno mismo y de los demás y lleva implícitos muchos valores, que hablan de ese compromiso individuo-desarrollo-sociedad.

Cuántas veces no vemos a personas que conduciendo su auto, tiran a la calle la lata vacía del refresco que consumieron, son personas que no tienen noción del daño que hacen a los demás acrecentando la basura, contaminando el ambiente.
La justificación puede ser que uno es ninguno, y que su comportamiento no trasciende ni tiene significado alguno, pero es necesario considerar que no somos autónomos, sino que somos partes dependientes de un sistema organizado llamado sociedad, en la que debemos actuar conforme a sus lineamientos y participar en la búsqueda de elevar la calidad de vida, que siendo uno, somos todos, y que lo que cada quien hace repercute en el avance o deterioro de nuestra esencia como personas, de nuestro crecimiento como humanidad.

Nuestra labor como docentes, exige, que planteemos a nuestros niños –como ciudadanos potenciales de esa sociedad y preservadores de una cultura- actividades en las cuales adquieran nociones y desarrollen capacidades para lograr no solamente beneficios personales, sino bienes comunes, actividades que promuevan la democracia, justicia, libertad, equidad…que lleven a los niños de ahora a mejorar mañana los sistemas organizativos, que los enseñen a valorar la vida, la paz y preservar todo ese cúmulo de historia, y normas, reglas, costumbres que conforman su identidad.

Es necesario crear a personas sean capaces de innovar, producir, generar, que se fundamenten en valores, que sean competentes y trasciendan por sus actos buenos. Es necesario erradicar los motivos que generan la delincuencia, la destrucción, la dominación basados en ideas egoístas y carentes de equidad y comprensión y respeto hacia los demás

Porque eso nos hace distinguirnos como humanidad, porque para eso tenemos inteligencia, tenemos capacidades, y generamos complejos sociales basados en leyes, normas, derechos y obligaciones.

El rol del docente toma importancia en este contexto, en el que buscando “sembrar la semilla” de la civilidad en los niños, transformemos desde ahora el contexto pasivo, en algo dinámico y responsivo a las demandas de una sociedad desarrollada, de una civilización.
Nuestras opciones de trabajo para fomentar este valor en los alumnos son variadas y ricas en experiencias significativas, debemos presentar las posibilidades en las que los niños:
• Aprendan a conocer: es decir, adquieran los conocimientos históricos, culturales, geográficos y demográficos que implican su interacción en el medio social
• Aprendan a ser: Tomen plena conciencia de sus características y su función trascendental humana, que los lleve a aplicar sus capacidades y habilidades en busca del desarrollo individual y colectivo
• Aprendan a hacer: Actúen basados en la convicción de generar un bien común y un medio saludable en sus aspectos físicos y emocionales.
• Aprendan a convivir: Adquieran y fortalezcan los hábitos y valores que los lleven a generar y mantener buenas relaciones con el medio que los rodea, comprometiéndose a aportar lo mejor de sí mismos.


Para facilitar la adquisición de este valor entonces, hay que tener en cuenta que las actividades deben llevar a los alumnos a que:

- Razonen, reflexionen y actúen en torno a sus derechos y los derechos humanos en general, y al mismo tiempo en sus obligaciones en los diferentes roles en los que se desempeñan cotidianamente. Promuevan los valores de respeto, equidad, justicia y lleguen a considerarse como parte de esa humanidad que se vincula para desarrollarse como tal.
- Demuestren buenos hábitos, buenas costumbres, basen sus acciones hacia los demás en el respeto, la consideración, la amabilidad
- Se concienticen y promuevan acciones para el cuidado del medio ambiente, aprendan sobre la sustentabilidad y el aprovechamiento de recursos.
- Se comporten de una manera adecuada, responsable, y eficiente, que generen una sana convivencia y que responda a las normas y lineamientos establecidos en el medio en el que están, rechacen los sistemas que dañan la integridad social
- Practiquen la tolerancia y el respeto a la diversidad, al percibir que si bien no todos pensamos igual, si todos estamos encaminados hacia el progreso.
- Interaccionen con los demás, aprendiendo a comunicarse eficientemente, a trabajar en equipo, a perseguir un mismo fin y lograr bienes comunes.
- Puedan participar en la resolución a los problemas que se presentan en base a la libre expresión, la democracia y la justicia
- Conozcan los sistemas políticos y económicos que rigen en la localidad, valorando el trabajo y la disposición para crecer y desarrollarse.
- Reconozca las costumbres y tradiciones que generan su cultura, como manifestaciones de una organización y una identificación en ideas y creencias.
- Promuevan la paz, respeten la vida, deseen ser mejores.